sábado, 18 de diciembre de 2010

Fauna extraña


“Pero los privilegios, las casacas, / las altas dignidades eclesiásticas, / con sus capas pluviales, sus hisopos, / surgieron de lo amargo de la noche, / corrompieron el agua al bendecirla, / esparcieron el humo del incienso, / administraron las excomuniones /y nos trajeron una fauna extraña.”
Los versos corresponden a Lección de historia patria ante un mural revolucionario, de Víctor Sandoval, que se publicó por primera ocasión en 1964 y hace poco acaba de reeditar el Instituto Cultural de Aguascalientes en una cómoda versión que le hace justicia al poema. El título mismo explica la intención del autor, el afán pedagógico y la declaración de principios de esas líneas fueron una respuesta a la polémica que provocó el mural de Oswaldo Barrera en los muros del Palacio de Gobierno de Aguascalientes, el conflicto entre dos visiones, señala Salvador Camacho en el prólogo a la edición más reciente: “los católicos fanáticos, los hombres y mujeres manipulados por la jerarquía eclesiástica, los conservadores reaccionarios de siempre” contra los “ateos y comunistas, además de oportunistas, vanidosos y soberbios”. Los intentos de censurar esta obra no son excepción, basta recordar que el mural de Diego Rivera Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central fue tapiado por varios años para ocultar la frase de Ignacio Ramírez: “Dios no existe” y que al final fue cambiada por “Conferencia en la Academia de Letras el año de 1836”.
La cita del poema de Sandoval, viene al caso porque de nueva cuenta somos testigos de un acto de censura, en esta ocasión en el municipio de Encarnación de Díaz, Jalisco, donde el mural de Francisco Pérez, La evolución del factor femenino, fue destruido por el municipio.
En días recientes el artista plástico fue invitado al programa de La Jornada Aguascalientes en Ultravisión (En voz alta, el análisis), otros medios se han ocupado de la noticia (Evolución R y Joaquín López Dóriga en Televisa), sin embargo, me parece que no está de más insistir en el tema, porque pareciera que no aprendemos la lección y estamos condenados a repetir las historias.
El boceto de la obra fue aprobado por el cabildo de Encarnación de Díaz, ocuparía cinco cúpulas del auditorio municipal, la primera parte fue terminada en octubre del año pasado. A unos días de la celebración de los 250 años de la fundación de Encarnación de Díaz por “instrucciones superiores”, el mural es cubierto con pintura blanca.
En su conferencia semanal, el obispo de la diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, declara que el mural de Francisco Pérez son “unas pinturas obscenas y sacrílegas, que no honraban a un pueblo creyente que se precia de sus valores familiares”. Al dejar las puertas abiertas para que quien no comulgue con sus ideas se vaya, la iglesia dejó salir a sus predadores. Queda un gobierno municipal priísta rebasado por la autoridad eclesiástica, el alcalde de Encarnación, Raúl Fermín Gutiérrez, incapaz de articular explicación alguna se justifica señalando que “Hubo un error, más que nada, jerárquico, en cuanto a lo administrativo sobre la toma de decisiones en cuanto a lo que se llevó a cabo” y agrega al despropósito cuando menciona se está investigando, que “por ahí” ya se tienen dos líneas de acción en las que se está trabajando.
Es tal la nulidad de las autoridades, que la destrucción del mural de Francisco Pérez está rodeada de especulaciones, desde que un grupo de historiadores presionó a través del obispo de Aguascalientes hasta que fue un gesto para que en su próxima visita a Encarnación, el cardenal Juan Sandoval Iñiguez no se espantara con la reinterpretación que hizo el artista plástico del fresco La creación de Adán que Miguel Ángel pintó en la Capilla Sixtina, donde en vez de un Dios masculino dándole vida a Adán, en el mural destruido aparecía una Diosa extendiendo el brazo derecho hacia Eva.
Si bien el obispo de Aguascalientes se abroga el derecho de decidir que se puede ver en los recintos de gobierno, al final no queda claro quién es el responsable de la destrucción, en la sesión más reciente del Cabildo de Encarnación al pintor se le dijo que tuviera paciencia, que nomás que pasaran las fiestas, llegaban a un acuerdo, mientras que  Francisco Pérez tiene que calmar al grupo de muchachas de prepa y universidad que le ayudaron: “Los papás y ellas indignadas, ya querían usar la violencia, gente de La Chona, y la mediación de un servidor fue decirles: no, es con ideas que construimos el sistema social, un sistema no existe si no hay comunicación, la violencia es un uso de fuerza que provoca más violencia”.
Es evidente que este caso de censura tendrá consecuencias jurídicas, agresiones así no pueden quedar impunes, no se puede permitir que esa “fauna extraña” que viola la ley ande por las calles con sus botes purificadores, decidiendo sobre los espacios públicos, violando los ámbitos de competencia, provocando con sus agresiones.

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